Prosperidad
3Jn 1:1 El anciano a Gayo[i], el amado, a quien amo en la verdad.
3Jn 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
3Jn 1:3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.
3Jn 1:4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.
La prosperidad no tiene nada que ver con cuanto posees o cuanto atesoras sino con lo que puedes dar sin sentir dolor en tu corazón por haberlo dado.
Hay gente que pasa esta vida queriendo acumular cosas y posesiones algunas lo logran pero eso no les hace prósperos, ya que se han hecho dependientes de ello y lo que buscaban tener para sentirse seguros ahora los esclaviza y son avaros y no se permiten dar para otros porque su corazón les engaña haciéndoles pensar que eso los hará menos prósperos y comienzan a ser verdaderamente pobres ya que todo lo que poseen es en verdad todo lo que tienen y nada mas, verdaderos ricos pero miserables.
También existen personas que no teniendo grandes cantidades de dinero o cosas son verdaderamente prósperos y que de lo poco que tienen siempre están dispuestos a compartirlo con alguien que lo necesita prósperos porque aun teniendo poco les sobra para dar a otros, que además saben muy dentro de sí que el dar a otros es una muestra de verdadera prosperidad confían en que eso no lo hará mas pobres pero si más prósperos.
Ahora bien pensemos quien es verdaderamente pobre?
El que no da a nadie porque teme ser menos rico porque lo que tiene es todo lo que tiene?
Y quien es verdaderamente rico, será acaso el que teniendo poco sabe que nunca le va a faltar nada y que puede aun dar a otros?
La pobreza o la riqueza no son condiciones financieras, si no condiciones de vida, quien vive para ser rico actúa como tal y el que vive para ser podre actúa como tal.
La pobreza o la riqueza no son condiciones financieras, sino manifestación de tu condición espiritual quien es rico espiritualmente dará testimonio de ello y el que es podre también dará testimonio de ello.
Aclaro: No te estoy diciendo que todos los que tienen grandes tesoros sean forzosamente avaros o podres de espíritu, ni que la gente que vive con escasez sea forzosamente prospera y rica de espíritu.
Te estoy dando a conocer que el orden de estas aseveraciones esta invertido, es decir lo primero es el espíritu que manifiesta la persona.
El avaro y pobre de espíritu será verdaderamente pobre aun que tenga los mas grandes tesoros en la tierra.
Y el que da de lo que tiene aun que sea poco y es rico de espíritu, siempre será prospero por que el que da para otros demuestra una capacidad superior.
Y si crees que solo se trata de dinero y cosas déjame darte un empujón mas.
La prosperidad plena
Esto tiene que ver con los ámbitos superiores al mero sentido material, que me dicen de aquellos que se limitan a dar amor por que temen que no les de un buen rendimiento?, de los que no se atreven a intentar un mejor estilo de vida porque eso bajaría sus bonos de comodidad?, de los que prefieran su participación en la tradición aun cuando esta solo les da unos cuantos centavos (1) de ganancia cuando podrían atreverse a escribir la historia y obtener el mayor de los retornos con una vida comparable al mejor de los negocios internacionales?
Como si se tratara de una inversión donde buscan el mejor producto y mercado para hacer su compra y tomar bajos riesgos, todo aquel que el algún momento haya intentado emprender, una inversión o un negocio sabe que el producto deseado siempre es aquel que signifique la menor inversión, el menor riesgo, en el menor tiempo y la más alta ganancia, sin embargo también se sabe que dicho producto no existe.
Porque hay algo que se conoce desde siempre y que ha estado ahí acompañándonos a lo largo de nuestra vida y se le conoce como el precio.
Tenemos que darnos cuenta que mas allá de una política financiera de inversión y retorno estamos ante la más importante decisión de nuestras vidas y que esta afectara positivamente o negativamente según sea el caso el resto de nuestras generaciones.
Hemos de estar consientes que siempre habrá un precio que pagar y que cuanto más alto sea el galardón más alto será el precio que pagar, sin embargo existen dos tipos de precios el que paga el costo de una visión y el que paga consecuencias de la falta de visión y siempre el segundo será más caro.
La ley de la siembra y la cosecha
En muchos casos se omite hablar de lo importante que es el tiempo de sembrar en una visión y que tiene que ver directamente con la oportunidad que tenemos de incrementar nuestras posibilidades de éxito en cuanto a lo que hemos comenzado.
Todos queremos participar de la cosecha abundante y buena pero desafortunadamente no todos quieren participar de la siembra por que conlleva no un doble sino un triple esfuerzo.
Y bien sabemos que el que siembra escasamente así mismo escasamente cosechara.
Quieres una familia feliz con éxito libre de preocupaciones pero no te atreves a sembrar en ellos, quieres que alguien más lo haga?
Quieres que tu dinero rinda y tu trabajo no sea tan duro y pesado pero no haces nada por capacitarte y por establecer una buena administración en casa, quieres que alguien más se quede con el trabajo que era para ti?
Quiere que alguien más decida en que y como gastas tu dinero y tu tiempo?
Quieres mejor salud y no tener dolencias ni achaques y mucho menos una enfermedad o accidente fatal? pero no procuras hacer ejercicio, comes chatarra y alimentos que no te benefician, no visitas tu medico regularmente, y vives la vida de manera desenfrenada y corres riesgos innecesarios solo por ver que se siente o para demostrar tontamente que te crees intocable.
Prosperidad plena se podría explicar como el conjunto de las bendiciones que te han sido dadas y te sobreabundan aun para compartir.
Siguiendo la línea de lo anterior entendemos que el que es prosperado puede entonces preparar herencia, pero que clase de herencia es la que vas a dejar?
De que sirve dejar una cuantiosa cantidad de bienes si tu herencia espiritual es la avaricia, entonces lo que dejas es pobreza del alma, espíritu decaído, y pasados unos años podemos ver con tristeza que la fortuna de una vida quedo en las manos de innumerables cantinas, table dancers, proveedores de vicios y en grandes cuentas por pagar de hospitales, multas, abogados y en manos, bolsillos y estómagos de seudoamigos que ahora ni contestan el teléfono.
Pero qué hay de aquel que teniendo poco dio con alegría de corazón, y su herencia espiritual y del alma sometida en obediencia a Dios es abundante, este no mendigara pan sino que preparado y crecido espiritualmente estará listo para conquistar las aéreas de vida que así lo ameriten teniendo entonces tesoros aun para la generación siguiente.
Jorge Arcega
[i] SEÑOR, HOMBRE TERRENAL, GAYO. (Hch 19:29). GAIUS. GAYO. La epístola de 3 Juan se dirige a Gayo. Poco se sabe respecto a él, pero algunos lo han identificado con Gayo de Macedonia (Hechos 19:29), Gayo de Derbe (Hechos 20:4), o Gayo de Corinto (1 Corintios 1:14; Romanos 16:23).
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(1) (metafóricamente hablando)
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